30 mayo 2006

DE COMO WALTER LANTZ GANO UN CONEJO Y UN ESTUDIO EN UNA PARTIDA DE POKER

Por increíble que esta historia pueda parecer es, sin embargo cierta. Se trata de uno de los casos mas afortunados de estar en el sitio justo y en el momento preciso. Walter Lantz, el creador del Pajaro Loco (Woody Woodpecker), consiguió la jefatura del estudio de animación de Universal Pictures y al personaje Oswald, the Lucky Rabbit, gracias no una, sino varias partidas de poker. Contemos esta curiosa historia…

El estudio de Mack Sennett

En 1928, Walter Lantz se encontraba en Hollywood trabajando como guionista para el productor de comedias Mack Sennett. El año anterior, había perdido su trabajo en Nueva York donde dirigía los estudios de animación de J.R. Bray, cuando éste cerro el negocio.

Hombre amable, modesto, de trato fácil y numerosos intereses, el circulo de amistades de Lantz en la entonces naciente meca del cine era amplio y variopinto. Y dentro de este, gracias a su mutuo interés por los automóviles, se encontraba el productor Sam Van Ronkel. Los Estudios de Sennett habían cerrado recientemente y Walter se encontraba sin trabajo, de modo que cuando Van Ronkel le propuso conducir su nuevo y lujoso Rolls Royce, acepto de inmediato.

Walter llevaba cada jueves por la noche a Van Ronkel a sus semanales partidas de poker. Uno de los habituales de dichas partidas era Carl Laemmle, fundador en 1912 de Universal Pictures. Laemmle, que jugaba fuerte (no era raro que perdiese grandes sumas de dinero), observo sin embargo que solía ganar cuando Lantz estaba cerca. “Este muchacho es mi amuleto de la suerte” repetía.


Oswald, The Lucky Rabbit

Por aquel entonces Universal distribuía una serie de cortos de animación protagonizados por Oswald, The Lucky Rabbit. El personaje había sido creado por Walt Disney y distribuido por Charles Mintz quien vendía las películas a Universal. En una jugada aviesa, Mintz se había quedado con el personaje y parte del personal del estudio Disney. Mas adelante, Hugh Harman y Rudolf Ising, dos de sus animadores, habían repetido la jugada quitándole el estudio a Mintz. Finalmente, Laemmle, dueño en definitiva del personaje, decidió evitar más problemas y producir el mismo los cortos del conejo.

Universal se convertía así en el primero de los grandes estudios en tener un departamento de animación. Sin embargo, Laemmle no sabía nada de animación. Necesitaba urgentemente alguien que supiese del negocio, conociese a animadores y se hiciese cargo del departamento.

Walter Lantz Y Carl Laemmle

Fue Van Roekel quien recordó a Laemmle que la persona adecuada compartía mesa con ellos cada jueves por la noche. “Esta en el negocio antes que Disney” le aseguró (lo cual era cierto). Para Laemmle fue cosa hecha. “Si me da suerte en el poker, también me la dará produciendo dibujos animados” dicen de dijo. Walter Lantz se convirtió en jefe del departamento de animación de Universal produciendo cortos de Oswald.

Como dije antes, esta es la historia de alguien que, por estar en el sitio justo en el momento preciso, ganó un conejo y un estudio de animación. Así lo cuenta Joe Adamson en su libro “The Walter Lantz Story”.

(Gracias a Atilio Millán por sugerirme la historia)

ACLARACION EN IMAGENES



Me refiero, aproximadamente, al periodo
comprendido entre estas dos imágenes.
("Steamboat Willie" Disney 1928
"Huckleberry Hound Show" Hanna- Barbera 1958)

¿DE QUE VA ESTO?

Soy, por encima de todo, un apasionado del dibujo animado. Desde que era un niño me han fascinado los dibujos en movimiento. Nada raro hasta aquí, pues a todos los niños nos encantaban. Lo difícil y más extraño es que crezcas (y yo llevo muuuuchos años creciendo) y sigan, no solo gustándote, sino siendo uno de tus intereses predominantes.

Lógicamente, con el paso de los años, tratas de no quedarte en simple mirón y quieres saber más. Cuando era joven las posibilidades de investigar este fascinante mundo de la animación eran muy escasas, por no decir que casi nulas. Recuerdo que de chaval, y durante muchos años, los únicos libros a los que pude tener acceso en español eran solo cuatro: el pequeño manual de Ed Tietjens editado por Parramon, la horrible traducción de Omega del libro de John Halas y Roger Manvell, una pésima biografía de Disney escrita por su hija Dianne y editado por Rialp y mi favorito, “Maravillas de los Dibujos Animados” de Bob Thomas. Este último libro era un apasionante recorrido por el proceso de producción de “La Bella Durmiente” y me tuvo enganchado años y años a sus hermosas páginas. Como se ve poco material para quien quería conocer que había más allá de Disney.

Por otra parte, el panorama de los libros sobre animación práctica era aun más desolador. Al menos ahí tuve suerte, pues mi padre me regaló siendo yo muy niño, el imprescindible “Animation” de Preston Blair en la edicion en inglés de Warren Foster. Cuantas veces copié y copié sus páginas…

Un buen día, hará unos quince años, comenzaron a aparecer en el mercado y con cuentagotas algunos libros de importación. Así fue como llegó a mis manos “the Art of Walt Disney” de Christopher Finch. Un tomo enorme y pesado pero sumamente interesante. Ni que decir tiene que tuve que aprender a leer en inglés, primero con el diccionario siempre a mano y, poco a poco, pudiendo prescindir de el cada vez más. Con mi segundo hallazgo en las librerías tuve mas suerte. Se trataba de “The History of Animation” de Charles Salomón. Aquel libro me descubrió un mundo nuevo. Como yo sospechaba, había todo un universo por descubrir mas allá de Disney.

Mi biblioteca, y mi interés por el tema fue creciendo. Hasta que un día se produce un doble milagro: aparece Internet y, algunos años mas tarde, la librería Amazon. Lo segundo contribuyo a que mi biblioteca y videoteca aumentasen de forma espectacular. Lo primero puso a mi disposición todo un mundo de información que, hoy día, ha llegado a ser casi inabarcable.

Y tras este largo prologo, paso a explicar de que va esto. ¿Qué pretendo hacer con estas paginas?. Pues compartir mucho de lo que he aprendido de la historia de este maravilloso medio que me fascina. Algo de lo que se, otro poco de lo que encuentro por ahí y, en ocasiones, algo de lo que ignoro.

Pero ¿porqué mi blog se llama cartoon clásico?. El motivo es que, a pesar de que trato de saber y de estar al día de todo, evidentemente, dentro de un campo de interés tan amplio, tengo mis preferencias. Y estas están orientadas hacia lo que se conoce como animación cartoon, es decir, el dibujo animado de caricatura, humorístico, anti realista, paródico y, habitualmente, alocado que domino el medio durante años. Y ¿porqué clásico?. Porque pretendo centrarme en un periodo concreto (que abarca desde los primeros dibujos sonoros hasta los últimos días de la animación “de estudio”) y un lugar preciso (los Estados Unidos) donde el género tuvo su momento de esplendor. Este periodo es algo mayor que el que los historiadores conocen como “The Golden Age” e incluye las primeras aportaciones de los pioneros de la animación para televisión.

Este es el marco de mi blog. Lo que pretendo meter en ese marco son anécdotas, historias, hechos, curiosidades, biografías y todo cuanto pueda compartir de aquello que aprendí a amar con pasión. Si te interesa, léeme de vez en cuando…

Saludos