Soy, por encima de todo, un apasionado del dibujo animado. Desde que era un niño me han fascinado los dibujos en movimiento. Nada raro hasta aquí, pues a todos los niños nos encantaban. Lo difícil y más extraño es que crezcas (y yo llevo muuuuchos años creciendo) y sigan, no solo gustándote, sino siendo uno de tus intereses predominantes.
Lógicamente, con el paso de los años, tratas de no quedarte en simple mirón y quieres saber más. Cuando era joven las posibilidades de investigar este fascinante mundo de la animación eran muy escasas, por no decir que casi nulas. Recuerdo que de chaval, y durante muchos años, los únicos libros a los que pude tener acceso en español eran solo cuatro: el pequeño manual de Ed Tietjens editado por Parramon, la horrible traducción de Omega del libro de John Halas y Roger Manvell, una pésima biografía de Disney escrita por su hija Dianne y editado por Rialp y mi favorito, “Maravillas de los Dibujos Animados” de Bob Thomas. Este último libro era un apasionante recorrido por el proceso de producción de “La Bella Durmiente” y me tuvo enganchado años y años a sus hermosas páginas. Como se ve poco material para quien quería conocer que había más allá de Disney.
Por otra parte, el panorama de los libros sobre animación práctica era aun más desolador. Al menos ahí tuve suerte, pues mi padre me regaló siendo yo muy niño, el imprescindible “Animation” de Preston Blair en la edicion en inglés de Warren Foster. Cuantas veces copié y copié sus páginas…
Un buen día, hará unos quince años, comenzaron a aparecer en el mercado y con cuentagotas algunos libros de importación. Así fue como llegó a mis manos “the Art of Walt Disney” de Christopher Finch. Un tomo enorme y pesado pero sumamente interesante. Ni que decir tiene que tuve que aprender a leer en inglés, primero con el diccionario siempre a mano y, poco a poco, pudiendo prescindir de el cada vez más. Con mi segundo hallazgo en las librerías tuve mas suerte. Se trataba de “The History of Animation” de Charles Salomón. Aquel libro me descubrió un mundo nuevo. Como yo sospechaba, había todo un universo por descubrir mas allá de Disney.
Mi biblioteca, y mi interés por el tema fue creciendo. Hasta que un día se produce un doble milagro: aparece Internet y, algunos años mas tarde, la librería Amazon. Lo segundo contribuyo a que mi biblioteca y videoteca aumentasen de forma espectacular. Lo primero puso a mi disposición todo un mundo de información que, hoy día, ha llegado a ser casi inabarcable.
Y tras este largo prologo, paso a explicar de que va esto. ¿Qué pretendo hacer con estas paginas?. Pues compartir mucho de lo que he aprendido de la historia de este maravilloso medio que me fascina. Algo de lo que se, otro poco de lo que encuentro por ahí y, en ocasiones, algo de lo que ignoro.
Pero ¿porqué mi blog se llama cartoon clásico?. El motivo es que, a pesar de que trato de saber y de estar al día de todo, evidentemente, dentro de un campo de interés tan amplio, tengo mis preferencias. Y estas están orientadas hacia lo que se conoce como animación cartoon, es decir, el dibujo animado de caricatura, humorístico, anti realista, paródico y, habitualmente, alocado que domino el medio durante años. Y ¿porqué clásico?. Porque pretendo centrarme en un periodo concreto (que abarca desde los primeros dibujos sonoros hasta los últimos días de la animación “de estudio”) y un lugar preciso (los Estados Unidos) donde el género tuvo su momento de esplendor. Este periodo es algo mayor que el que los historiadores conocen como “The Golden Age” e incluye las primeras aportaciones de los pioneros de la animación para televisión.
Este es el marco de mi blog. Lo que pretendo meter en ese marco son anécdotas, historias, hechos, curiosidades, biografías y todo cuanto pueda compartir de aquello que aprendí a amar con pasión. Si te interesa, léeme de vez en cuando…
Saludos
Lógicamente, con el paso de los años, tratas de no quedarte en simple mirón y quieres saber más. Cuando era joven las posibilidades de investigar este fascinante mundo de la animación eran muy escasas, por no decir que casi nulas. Recuerdo que de chaval, y durante muchos años, los únicos libros a los que pude tener acceso en español eran solo cuatro: el pequeño manual de Ed Tietjens editado por Parramon, la horrible traducción de Omega del libro de John Halas y Roger Manvell, una pésima biografía de Disney escrita por su hija Dianne y editado por Rialp y mi favorito, “Maravillas de los Dibujos Animados” de Bob Thomas. Este último libro era un apasionante recorrido por el proceso de producción de “La Bella Durmiente” y me tuvo enganchado años y años a sus hermosas páginas. Como se ve poco material para quien quería conocer que había más allá de Disney.
Por otra parte, el panorama de los libros sobre animación práctica era aun más desolador. Al menos ahí tuve suerte, pues mi padre me regaló siendo yo muy niño, el imprescindible “Animation” de Preston Blair en la edicion en inglés de Warren Foster. Cuantas veces copié y copié sus páginas…
Un buen día, hará unos quince años, comenzaron a aparecer en el mercado y con cuentagotas algunos libros de importación. Así fue como llegó a mis manos “the Art of Walt Disney” de Christopher Finch. Un tomo enorme y pesado pero sumamente interesante. Ni que decir tiene que tuve que aprender a leer en inglés, primero con el diccionario siempre a mano y, poco a poco, pudiendo prescindir de el cada vez más. Con mi segundo hallazgo en las librerías tuve mas suerte. Se trataba de “The History of Animation” de Charles Salomón. Aquel libro me descubrió un mundo nuevo. Como yo sospechaba, había todo un universo por descubrir mas allá de Disney.
Mi biblioteca, y mi interés por el tema fue creciendo. Hasta que un día se produce un doble milagro: aparece Internet y, algunos años mas tarde, la librería Amazon. Lo segundo contribuyo a que mi biblioteca y videoteca aumentasen de forma espectacular. Lo primero puso a mi disposición todo un mundo de información que, hoy día, ha llegado a ser casi inabarcable.
Y tras este largo prologo, paso a explicar de que va esto. ¿Qué pretendo hacer con estas paginas?. Pues compartir mucho de lo que he aprendido de la historia de este maravilloso medio que me fascina. Algo de lo que se, otro poco de lo que encuentro por ahí y, en ocasiones, algo de lo que ignoro.
Pero ¿porqué mi blog se llama cartoon clásico?. El motivo es que, a pesar de que trato de saber y de estar al día de todo, evidentemente, dentro de un campo de interés tan amplio, tengo mis preferencias. Y estas están orientadas hacia lo que se conoce como animación cartoon, es decir, el dibujo animado de caricatura, humorístico, anti realista, paródico y, habitualmente, alocado que domino el medio durante años. Y ¿porqué clásico?. Porque pretendo centrarme en un periodo concreto (que abarca desde los primeros dibujos sonoros hasta los últimos días de la animación “de estudio”) y un lugar preciso (los Estados Unidos) donde el género tuvo su momento de esplendor. Este periodo es algo mayor que el que los historiadores conocen como “The Golden Age” e incluye las primeras aportaciones de los pioneros de la animación para televisión.
Este es el marco de mi blog. Lo que pretendo meter en ese marco son anécdotas, historias, hechos, curiosidades, biografías y todo cuanto pueda compartir de aquello que aprendí a amar con pasión. Si te interesa, léeme de vez en cuando…
Saludos